jueves, 31 de enero de 2013

Semana Santa del 2012

La Semana Santa de este año ha sido algo parecida a la de otros años anteriores. A comenzado con la procesión del Domingo de Ramos que es cuando empieza la Semana Santa con esas palmas y olivas como lo manda la devoción y tradición que ella merece. La única diferencia que el Vía Crúcis se ha hecho el viernes de Dolores por la tarde. Yo creo que ha sido para asegurarnos de este tiempo amenazante de lluvia. Al final todo ha salido bien y con mucha devoción y respeto como lo manda la tradición de toda la vida. Por las calles del pueblo y haciendo todas las paradas que les corresponde y en cada una de ellas una estación del mismo. El Jueves Santo una misa solemne con el lavado de pies tradicional de todos los años anteriores. A las 12 de la noche que también resulta muy solemne y bonita como lo manda la tradición. Aunque todo esto se ha hecho con muchísimo frío. El Viernes Santo misa y a continuación el entierro de Cristo acompañado de esas piadosas mujeres vestidas de toca y mantilla como lo manda la tradición de toda la vida. Y acompañada de nuestra banda de musica que se esta formando en este pueblo de Beas de Granada. El sábado a las 12 de la noche esa bonita misa de Resurrección. En la que se enciende una lumbre en la puerta de la Iglesia para encender las velas de la nueva vida y el repique de campanas anunciando la Resurrección del Señor. Pasamos al Domingo de Pascua de Resurrección donde se termina la Semana Santa. Este domingo es un domingo de alegría y de gozo para todo el mundo y se saca el niño Jesús por todos los alrededores del pueblo y por sus calles pasando por el Ejido. Esta es una procesión muy bonita, los niños con sus padres y con las banderitas que le hacen sus padres el día anterior. Durante todo el recorrido de la procesión le cantan unas coplas muy bonitas al niño Jesús, el cual es llevado por los niños mayores pasando por las verdes praderas del Ejido Este año hemos tenido un sacerdote de Huetor Santillan que se ha criado entre nosotros durante su carrera de cura y por este motivo hemos estado todos muy contentos y muy bien asistidos en cuanto a religión se refiere. Y ahora vamos ha hablar de la Semana Santa de antiguamente de cuando yo era joven. Era muy parecida a la de hoy día, pero con mucho más respeto. Por ejemplo en el tema de los ayunos, no se podía probar bocado hasta el mediodía. También el tema de los novios, estos no se podían ver durante toda la Semana Santa porque decían que era pecado, lo mismo pasaba con los matrimonios que no podían hacer el amor porque era pecado. Y era pecado trabajar durante la Semana Santa ya fuera el trabajo que fuera. Y había que ayunar y no comer cosas de carne. Los antiguos de aquellos tiempos decían que los pájaros tampoco trabajaban en sus nidos ni ponían huevos y si los tenían puestos de antes no los movían y estaban muy seguros de lo que decían. Las campanas tampoco tocaban hasta el Sábado de Gloria a las 12 de la noche. Para tocar a misa para saber cuando había que acudir a la Iglesia tocaban con una carraca grande y varías carracas pequeñas hechas de madera, que por cierto todos los jóvenes nos peleamos por coger las carracas. Esto se hacía a todas horas que había que acudir a misa y dando una vuelta alrededor del pueblo para que todo el pueblo supiera cuando era hora de misa. Nos hacía mucha ilusión nuestras costumbres y estábamos deseando que llegara la Semana Santa, también para comer además de bacalao, natillas y arroz con leche. Particularmente la juventud que cuando llegaba el mediodía ya estabas doblado de hambre porque la mañana había sido demasiado larga como para estar en ayunas y con toda la edad de comer. Pero teníamos mucha fe y aguantamos todo lo que hacía falta. Tampoco se debía de comer tres horas antes de tomar la comunión o tres horas después de tomarla. Aunque en aquel tiempo había pocos vehículos, los pocos que había no se movían de su sitio porque decían que traía mala suerte de moverlos. Las mujeres mayores también se pasaban toda la Semana Santa vestidas de luto aunque no tuvieran luto de nadie. Y es que en aquellos tiempos teníamos mucha fe en la religión. Como también es verdad que íbamos a Granada andando y veníamos sólo por ver las procesiones y estar todo el rato de pie, pero la juventud tiene cuerda para rato. Así era la Semana Santa de antes y yo creo que en todo iban las gentes bien encaminadas y con buena fe de buenos cristianos en el buen sentido de la palabra. Por ejemplo en hacer obras de caridad y de ayudarle al más caído. Si caía alguno enfermo a este se le ayudaba en todo lo que se le podía como es natural en los buenos cristianos de buena fe. Y como hemos dicho muchas veces atravesamos tiempos difíciles en los que los pobres caían enfermos y no había medios para salir del bache como dice el refrán. Por no tener ayuda de ninguna clase. Pero lo que si había dentro de lo que cabía era buen compañerismo para ayudarse los unos a los otros como Dios quiere y debe de ser. Entre todo otro detalle de buenos cristianos era aquel de hacer las paces cuando entre ambos había algún disgusto se intentaba de arreglar pacíficamente y sin rencores de ninguna clase. Todo esto se hacia mayormente en los días de Semana Santa en especial como señas de buen cristiano. Otra costumbre que yo recuerdo muy buena era la que cuando se moría alguna persona que tenía buen estado de posibles el día que le decían la misa al difunto amasaban una hornada de pan en el horno y la repartían para los mas necesitados del pueblo. Y por lo menos un día estaban acordándose del difunto y bien comidos y al mismo tiempo se hacía una obra de caridad importante como Dios quiere. Porque en aquellos tiempos eran muchos los necesitados. Como también lo hacían el día de San Antón. Aunque para este mismo día había por costumbre de criar dos cerdos entre los vecinos del pueblo para repartirlos entre los mas necesitados. Se compraban dos cerdos y se dejaban a rienda suelta por las calles del pueblo y todo el que tenía grano en su casa le echaba de comer en la puerta de su casa y de esta manera se cebaba entre todos los vecinos. Y es que Beas siempre ha sido un pueblo solidario para los pobres. Aunque ricos había pocos.

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