viernes, 17 de mayo de 2013

El problema de los mayores

Es un programa estupendo, donde van los mayores a terminar con la soledad. Allí todo tiene arreglo, a buscarse una pareja porque están tristes y desamparados. La soledad es traicionera, sobre todo por la noche cuando te encierras con llave, eso es insoportable. Para alivio de las penas esta Juan con ese bonito programa donde todo tiene arreglo, para terminar con esa triste soledad. Que contentos se ponen cuando se oye el teléfono, ya se ponen nerviosos que no saben contestar, hasta piden ayuda a nuestro amigo Juan. Este que se creía que nadie lo iba a llamar recibe nada más que 150 o 300 llamadas. Muy deseosos de conocerse y con el sueño quitado se ponen a chatear con tal dulzura en sus palabras con las que se quieren conquistar. Y es que a los mayores les gusta la formalidad. Quieren ir poquito a poco, como dice el refrán, como el que va ha empezar. Pero no tan despacio que nos quedemos atrás. Porque no tenemos mucho tiempo para volver a empezar, que no somos tan niños, que tenemos la vida media. Aunque digan que el amor no tiene edad, eso no es verdad, porque los días los tenemos contados adonde quiera que vas. Pero que bonito es el amor cuando te quieren de verdad. Estos que antes no conocieron el amor, en este bonito programa, lo han podido encontrar, se vuelven tan cariñosos que no se desesperan jamas, con besitos de tornillo y abrazos cariñosos de verdad, les suben el café a la cama cosa a la que no estaban acostumbradas. Me ha tocado vivir como una reina, esta es la pura verdad. No olvidemos el programa de Juan que tanta confianza nos da. Tal y como esta vida nos tendremos que alegrar de tener la pensión para poder vivir y nuestro propio hogar. El cariño de los que nos rodean, para que queremos más. Y como dice el refrán, no hay ni bien ni mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista. Los hijos muy competentes y tranquilos de que ya colocaron a los viejos y ellos se quedaron tranquilos, quitándose un peso de encima. De que cada viejo disfruta de su propia vivienda y ninguno de los dos la quieren dejar abandonada. Pero como en este programa todo tiene arreglo, estos de mutuo acuerdo toman la decisión de no dejar su casa cerrada. Se van a vivir una corta temporada, por comodidad y tranquilidad no les gusta vivir en ciudad, sin ruido de coches ni humo contaminado que les pueda molestar. A vivir su vida tranquila que bastante han trabajado ya. A vivir la vida que son dos días y todo lo demás son tonterías. El que venga detrás que las enderece. Aunque también es verdad que los tiempos han cambiado a lo largo de los años. Antes los mayores los metían en la residencia, porque no podían mantenerlos los hijos, hoy se ha vuelto la tortilla. Son los padres los que le echan un cable a los hijos y en muchas ocasiones con sus propios ahorrillos tratando de ayudar en lo que ellos pueden. De hay viene el refrán de que un padre es para cien hijos y cien hijos no son para un padre. Esos abuelos que tiene el corazón repartido entre toda la generación que los rodea y sufriendo las consecuencias de cada uno de ellos, que no son pocas. Pero que bonito cuando dan ese primer paso al cabo de varios años de soledad y tristeza y depresión pensando en su primer y único amor de su vida con el que compartieron el cariño y la ilusión de su vida. Pero que bonito es el amor cuando se queda grabado en el corazón. Aunque se trate de olvidar deja una huella que no se puede cerrar. Acudamos al programa de Juan y el nos sacara del túnel en que estamos metidos para que veamos la claridad. Tratando de mejorar esa triste soledad y de hacer felices a los demás. Porque el que se cambia de domicilio a su casa no vuelve más. Hay cosas en la vida en las que debemos pensar de hacer un bien cuando puedas sin pensar en la maldad. Que en este mundo se paga todo lo que hay que pagar, llevando la cabeza alta sin temor a tropezar. Que hay muchos que tropiezan y no se pueden levantar. Y es que la avaricia rompe el saco, como dice el refrán. A lo que vamos, como dice Juan. Y el que no llora no mama ni acaba con la soledad. Como le esta pasando a Juan, teniendo la tienda en casa y al final con ninguna se va a quedar. Y que no diga como uno de mi pueblo, que lo de quedarse soltero, eso no le pasaría más. Y es que hay cosas en la vida que no se te olvidan jamas. Que programa más divertido si te lo tomas con cariño y humor, deseando que llegue el momento de oír al presentador con esa sonrisa y guasa que tiene. Cuando llega el momento de la verdad a contar muchas cosas para poderse desahogar de esos trances tan tristes que tuvieron que pasar. Aguantando a su pareja, con los niños pequeños, eso es muy duro de contar. Cuando mas tranquilo estas, se termino el cariño y empiezan las discusiones llegando tarde a casa, algo que yo sospechaba, se nos termino el amor cuando yo no lo esperaba, me quede sola en casa con los niños sin nadie que me ayudara... Echando valor al toro con mucha tristeza y rabia trabajando noche y día para que a mis niños de nada les faltara. Hoy que ya están grandes he sido recompensada. Educando unos hijos que con su madre les basta. Esa madre luchadora que al final de sus días se esta quedando muy sola. Y necesita que alguien le quite la soledad. Le acompañe en esas largas noches encerrada con llave sin nadie que la acompañe. Esta que se lo piensa mejor, llama a Juan y medio para buscarse un nuevo amor Vayamos al programa de Juan que allí todo tiene arreglo. Es un programa muy formal aunque la gente crea que no. Aquí nadie se va sin pareja aunque no sea su nuevo amor. Al cabo del tiempo ellos se van conociendo, enamorándose, conociéndose mejor, olvidando lo pasado. Recordando el primer día en que se conocieron. Ella estaba deseosa y temblorosa de que llegara el momento de oír una llamada de ese hombre joven y perfecto que le pudiera hacer tilín. Pero de esos ya quedan pocos. Los que quedan nacieron antes de la guerra. Se tiene que conformar con uno de su edad. Este reúne las condiciones que ella quiere, no fuma, no bebe, alto, con su dentadura y su pelo moreno, viudo desde hace tiempo, sin hijos a su cargo, su buena casa y el coche nuevo. En este programa todo tiene arreglo. Lo que no tiene arreglo casarte con el que tiene muchos vicios y no tiene dinero. Tal como esta la vida eso es lo primero. No olvidemos este programa que es justo y divertido y al mismo tiempo entretenido haciendo felices unas parejas que antes no lo han sido. No debemos olvidar esas parejas que estaban solos y tristes y han terminado con la soledad. Todo esto se lo debemos al programa de Juan. Pero no hay cosa mas bonita que volverse a enamorar, de una persona que no has visto en la vida y aquí llego la hora de la verdad. Deseando y temblando de conocerse a fondo. Pero Juan que es muy cachondo les pone la mampara de por medio para que no se les vea el cuerpo, por debajo se cogen de la mano esperando el momento de que quite la mampara. Darse un fuerte abrazo y beso en la boca o en la cara. Ya han salido del trance que tanto deseaban. Ahora desearles suerte a una pareja que solos y tristes se encontraban. Y aquí corto esta historia que es muy bonita y larga de contar.

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