martes, 11 de octubre de 2011

APRENDER A VIVIR.MEMORIAS

Queridos y estimados vecinos de Beas de Granada, tenemos el gusto y el placer de escribir entre todas y todos mis compañeros y compañeras, con la ayuda del maestro, Ángel y de la dinamizadora, Sonia, unas memorias que llevan por titulo aprender a vivir.
Estas memorias son sobre aquellos viejos tiempos, para que quede en el recuerdo de estas nuevas generaciones y las venideras, para que vayan aprendiendo lo que ha sido este pueblo a lo largo de la historia que nosotros y nosotras hemos conocido. Aunque nuestros padres no nos dieron carrera porque las circunstancias no eran muy buenas y había que ayudar para sacar la casa adelante y arrimar todos el hombro, si nos han dado una educación que estamos todos muy orgullosos de poder transmitir a esta nueva generación y hacerle ver que todo el monte no es orégano y que los rosales también tienen espinas y se le cortan las rosas.
Empezamos con la ganadería que era la principal fuente de riqueza que tenia este pueblo junto con los gusanos de seda y después de todo esto llego la repoblación de árboles y cereales típicos de este terreno de los que luego hablaremos. También hablaremos de como eran sus gentes.
En primer lugar este pueblo según dicen era muy pequeño, tenia 12 familias y para repoblarlo fue necesario que viniera gente de otros puntos de España, como Galicia y Burgos, y ya se quedaron con nosotros como hemos dicho anteriormente.
El ganado era abundante, había ganado de todas clases. El terreno estaba muy bien repartido entre todos los vecinos del pueblo. Había quien tenía un corralillo a las a fueras del pueblo, aunque este peligraba porque había muchos lobos.
Otros vecinos que tenían unos terreníllos, Estos también tenían en su casa toda clase de ganado, como unas cabrillas para la leche , gallinas, conejos, cerdos, vacas para la labor, caballos, burros y mulos.
Los pastores dormían en el campo, particularmente con las ovejas porque de día hacia mucha calor y cuando les calentaba el sol se venían para esquilarlas a la sombra. Cuando el pastor quería descansar se ataba a la pierna a una oveja, que era a la que le tenía más confianza y cuando las otras ovejas se levantaban, esta se levantaba también y así se despertaba el pastor.
La vida de pastor antiguamente era muy sacrificada porque le tenían que dedicar las 24 horas del día al ganado y cuando llegaba el mes de marzo los pastores de ovejas les ponían la red y dormían en el campo con las ovejas, esta red era de mayas de soga y unas estacas de madera para que sujetara la red. Pero había muchas noches que lo pasaban mal los pastores porque llovía mucho.
Este sacrificio servía para que después con estos raíles, sembrar unas patatas o un maíz para el consumo de la casa. Los pastores de cabras también tenían su misión, el ordeño antes de echar el ganado por la mañana y después todo el día en el campo y con la comida muy escasa. Si querían, ordeñaban una cabra. Esta leche que sacaban de las cabras se las vendían a unos lecheros que había en el pueblo y estos se encargaban de llevarla con unas bestias y venderla en Granada. Iban y venían andando porque con la bestia cargada no se podían subir en las bestias.
Pero había un hombre llamado el liebro que sé propuso hacer la faena de una bestia a los cortijos Carbonales y Rías, todo a campo a través unos 20 kilómetros. Estaba toda la noche andando con unas aguaeras de pleita, con cuatro cantaras que le cogían aproximadamente 100 litros, llevaba dos cantaras un trayecto de 500 metros y volvía a por las otras dos y así hasta que llegaba a Beas. Este hombre se le fue toda su vida haciendo cuevas en el campo y en los montes porque su afición era de hacer cuevas constantemente. Estaba soltero pero trabajaba como si fuera un esclavo y la última vez que vio una cueva, fue las cuevas de Nerja. Dijo que el no se moría sin ver las cuevas mas bonitas del mundo esto era a la edad de 85 años. Pero lo más bonito que fue y vino andando hasta Beas, cuando llego aquí estuvo unos días en cama y murió con unos ahorrillos que tenía, por eso dice el refrán, que si quieres llegar a viejo guarda el aceite en tu pellejo.
Seguimos con el tema de las cabras y los cerdos porque los cerdos estaban todo el día en el campo desde pequeños, hasta que faltaba para matarlos y a esta guardería de cerdos le llamaban la porcá, que significa puerco. El hombre que los guardaba de esta manera sacaba su jornal también. Para las cabras había una guardería que le llamaban la dula, esto era para las cabras que había sueltas en el pueblo y volviendo al tema de las cabras y los cerdos. Los chotos que criaban las cabras se los comían los que no les costaba trabajo de criarlos porque a los pastores le hacia falta el dinero para comprar azúcar arroz y muchas cosas más que hacia falta en la casa El que se los comía vendía el pellejo y le daban la mitad de lo que valía el choto a si estaba la vida. Y los cerdos pasaba igual se cambiaba el jamón por el tocino. Por dos kilos de jamón te daban 4 kilos de tocino y los pobres se comían el tocinillo y los ricos el jamoncillo.

Ahora empezamos con la agricultura.
Los primeros árboles que se plantaron en este pueblo fueron las parras que las plantaron los moros, después los olivos, higueras y más tarde los almendros, los almendros eran “brabíes” porque el clima era muy frío. Después se han ido injertando en clases diferentes. Igual a pasado con los cerezos y después se transformaron en buena clase. Lo cual hoy día no se quieren criar. En los años que llovía mucho estaban los campos de árboles y sementeras que era una maravilla. Después hemos ido plantando otra clase de árboles que antes no se criaban por los fríos que hacia en este terreno. Para coger las aceitunas lo pasabamos muy mal porque llovía mucho y hacia mucho frío.
Por eso aquí el campo era muy penoso, no había maquinaria de ninguna clase. El terreno no es muy apropiado para la maquinaria. Todo se hacia con bestias y vacas para la ariega, la trilla y la barcina con las bestias. Con las bestias se sacaba el estiércol del ganado y se traía la leña del monte para hacer la comida y calentarse en el invierno. Había algunos que no tenían bestia y la traían a cuestas desde muy lejos. Estas personas eran jornaleros y después de echar la jornada se traían un haz de leña a las espaldas, lo peor es que no había casi leña. Esto era en el invierno porque en el verano nos calentábamos demasiado todas las horas del día tomando el sol con la hoz en la mano y después la barcina y la trilla que también era penoso y para terminar la faena el tomillo la salvia y la ajucema para ganarse algunos dinerillos que hacían mucha falta para comprarse alguna ropa para el invierno y las fiestas del pueblo.
Después estábamos todo el invierno ganando el jornal donde encartaba, cogiendo aceitunas en el monte, en la repoblación de los pinos y así echábamos el invierno fuera, que era raro el día que no llovía y nos poníamos chorreando. Poníamos la ropa al fuego para que se secara alrededor de la lumbre
Las mujeres también ayudaban lo mismo en el trabajo del campo como en las faenas de la casa y todos felices y contentos sabiendo educar a los hijos y los hijos sabiendo respetar a los padres. A penas había algún divorcio que otro a pesar de los malos tiempos que hemos atravesado.
El campo es muy trabajoso y no nos gusta, pero es el que en muchas ocasiones nos saca de apuros y nos da de comer a todo el mundo. El campesino es muy difícil que pase hambre porque pasa todo por sus manos. En el campo hay habas, cerezas, higos, melocotones, pepinos, tomates, patatas, uvas , bellotas, nueces, castañas, moniatos, chumbos, melones y muchas cosas más que se pueden comer directamente sin necesidad de esperar a la recolección. En una palabra el campo nos da de comer a todo el mundo junto con la mar a lo que todos tememos tener que trabajar para ganarnos el pan de cada día. En Beas, el campo como en todo el mundo siempre ha sido muy sacrificado. Pero aquí con diferencia, porque el terreno está muy repartido entre todos los vecinos y no hemos tenido maquinaria alguna de ninguna clase, ni para la construcción hasta finales de los años 1970 que se compraron los primeros tractores y las maquinillas mecánicas que nos sirven para arar el campo y acarear todo lo que se cría en él. Antes no hemos conocido cosechadora, ni ninguna clase de vehículo para el campo, incluso para ir al trabajo. Había veces que nos cogía muy lejos el trabajo, incluso a Granada íbamos andando y a la fábrica de pólvora del Fargue que iban y venían andando aguantando las inclemencias del tiempo, la lluvia o el calor y si era en verano que eran los días más largos completaban la jornada con las faenas del campo para ayudar en la casa y así pasaba con todos los que dependían del campo. Los abulageros, estos hombres que se levantaban de su cama y iban al monte con sus borriquillos a hacer una carga de aulagas esto era muy temprano para que les diera lugar a ir a Granada y venir con los burros cargados.
Estos hombres se juntaban 5 o 6 para no ir todos los días. A estos hombres les llamaban arrieros y al que no tenia bestia le llamaban costilleros.
Después hemos ido mejorando en todos los sentidos de la vida del trabajo por ejemplo las aulagas las llevabamos en camiones a las alfarerías para cocer los platos y los demás objetos de barro.
Y entonces ya era mas rentable este mismo trabajo de las aulagas por el motivo de que tres hombres y a veces tan solo dos se hacían un camión que era equivalente a tres cargas de aulagas y nosotros llevabamos la ventaja de que ganabamos más y al dueño de la fábrica le era más rentable y al mismo tiempo en el verano hacia paja de rastrojo para embalar la cerámica para que no se rompiese en el camino.
Hablemos del campo y de esta agricultura que hemos vivido desde los años 1930 hasta el año 2008
y notaremos la diferencia tan grande que hay.
En primer lugar el campo no le gusta a nadie y en segundo lugar que son muy pocos los que saben de campo porque es muy trabajoso y poco rentable y queremos que todo lo haga la maquiníta por que las bisagras las tenemos oxidadas y a los que les gusta el trabajo le llamamos tontos.
Expliquemos como hasta ahora se ha hecho el trabajo del campo. Primero se araba la tierra y después se sembraba la sementera según la clase de sementera así se hacia el trigo. Se asolfataba con un producto que se llamaba cobre, antes de sembrar se echaban unas mergas de aproximadamente seis y siete metros de anchas y de largo, todo lo largo que fuera la finca.
Esto se hacía con una yunta de vacas de mulos y burros. El gañán cogía su espuerta y tiraba el trigo o la cebada con el máximo cuidado para que saliera de su mano que parecía un bonito abanico y que cayese cada grano donde tenia que caer.
Después este gañán cogía su yunta y empezaba por lo hondo de la aza hasta que la terminaba. Primeramente, se sembraba con el arado de orejeras y después con el arado de teja, este último volvía la tierra mejor que el primero y se quedaba la sementera mas enterrada y después vino el arado de dos manceras que hacia mejor labor y era más cómodo para el gañán.
La sementera se sembraba según la clase, las habas y la barza se echaba un surco si y otro no y en golpes las habas se echaban siete y ocho pepitas y la berza catorce o quince granos, esto a una distancia de por lo menos 60 centímetros incluido lentejas y chicharros.
Los garbanzos se echaban todos los surcos y de uno en uno y a una distancia de una cuarta.
Una vez sembrado antes de llegar la recolección había que hacerle todo lo que le hacia falta, por ejemplo escaldar varias veces el trigo y la cebada para sacar la avena del trigo que era un trabajo muy difícil porque apenas se distinguía la avena del trigo. Las otras sementeras porque era otra clase de género y estaba más clara. Después cuando estaba seca la sementera y listo para la siega había que espabilarse y trabajar a destajo porque sino lo hacíamos así se te pasaba la siega y se quedaba mucho grano en el campo. Por ese motivo trabajabamos de sol a sol y un poquito más, como hemos dicho anteriormente que no había maquinaria de ninguna clase y todo se hacia a mano y algunas veces regar de noche si encartaba. Las mujeres también ayudaban en las faenas del campo. Y después hacían las faenas de la casa y las que estaban a punto de casarse en los ratos libres iban bordando el ajuar, ese ajuar que tenia muchas puntadas que dar. Pero al final hacían maravillas.
El novio también ponía su granito de arena. Este se preparaba la casa y una bestia para empezar su nueva vida. Esto no se hacia en un rato se hacia en seis años, siete o más.
Algunos se llevaban la novia para acortar la faena y se iban con los padres a vivir. Pero a pesar de todo, estos matrimonios, si eran duraderos y felices a pesar de que corrían malos tiempos, todavía los que quedan se siguen queriendo y a los hijos y nietos les están dando un buen ejemplo.
El novio también se preparaba la cama que era un catre de madera con las patas en forma de cruz o mejor dicho en forma de tijeras
Este catre lo enredaban con una soga de esparto muy bien hecha de cinco ramales y el colchón de farfollas del maíz que formaba un ruido de noche que se sentía desde lejos. Los catres criaban muchos chinches. Los niños dormían en el suelo en un colchón para que no caerse de la cama.
Así vamos combinando el campo con todo lo demás y sabremos como hemos vivido antes y lo que pasemos para criarnos y al mismo tiempo sabremos apreciar lo que es bueno, porque sin pasar lo malo no sabremos lo que es bueno, como dice el refrán, todas las palbás tienen granzas. En este pueblo en los años de la hambre no lo pasamos muy mal por el motivo de que casi todos teníamos donde sembrar para el consumo de la casa.
Pero los trabajos estaban muy malos y se ganaba poco y los medios de transporte no eran muy favorables incluso cuando teníamos que ir a Granada, íbamos andando a hacer las compras y a veces a trabajar.
Después la vida fue mejorando y se hizo la carretera desde El Colmenar hasta Beas y la vida fue mejorando en todos los sentidos. Para que nos hagamos una idea la linea de autobuses de Huétor Santillán empezó con un pequeño coche de 8 plazas para el servicio de Huétor , de Beas y del Fargue.
Y de esta manera ha ido mejorando hasta el día de hoy que tiene cuatro autocares muy buenos para toda clase de servicios públicos.
Como siempre para la mayoría de las cosas hemos dependido de Huétor, por ejemplo el cura y el médico teníamos que ir con una bestia para que viniera a Beas porque la carretera estaba muy mala.
El primer coche que entró en Beas, fue el de Don Juan Ocaña y también el primer médico que ha tenido este pueblo nacido aquí. Este médico compro un coche para el recorrido de Huétor Santillán, Dudar y Quéntar.
Pero como la carretera estaba muy mala y no había puente en el río y llovía mucho los vecinos del pueblo pasaban el coche con cuerdas hasta que pasaban el río y cuando volvían hacían lo mismo.
Hasta que se hizo el puente el que se ponía enfermo lo bajaban entre cuatro hombres y unos palos a Granada en un colchón al hospital porque no había vehículos.
Las mujeres que se ponían de parto eran atendidas por una mujer que era la que hacia de comadrona en el pueblo.
Antes no había seguridad social, ni médico, ni medicinas de balde, porque el dinero escaseaba. El médico cobraba en trigo según las personas que había en la casa, así cobraba el matrimonio. El matrimonio sin hijos cobraba media fanega de trigo al año y si era familia numerosa una fanega al año. Las medicinas cada uno compraba las que le hacían falta. A este pagamento se le llamaba la iguala.
Lo mismo pasaba con el barbero para pelarse y afeitarse todo el año cobraban media fanega de trigo y lo mismo pasaba con la molienda del trigo y el amasijo en el horno. Estos cobraban según lo que se molía o se amasaba. El molinero cobraba en harina y el hornero en pan. Lo mismo hacían los matarifes de los marranos. A estos les daban 2 morcillas y un espinazo grande y 2 magras de las que el quisiera cortar pero de cada marrano. Algo parecido pasaba con los pastores. Algunos pastores que estaban en los cortijos, estos iban todos los meses a vestirse a su casa y los gañanes algo parecido. Los jóvenes para divertirse lo tenían muy fácil les daban al tocador de comer y de beber y a divertirse toda la noche los cubatas estaban libres y sin costas, vinillo blanco y marchando y a acostarse temprano que a otro día había que madrugar para ir al trabajo. Las que si eran puntuales para ir al baile eran las madres de aquellas muchachas tan guapas que las madres no querían que se le perdiera la hija por ese motivo llegaba al baile primero la madre que la hija. Pero dice el refrán que el que tiene un vicio sino lo hace en la puerta lo hace en el quicio. Pero la juventud de aquellos tiempos se divertían a su manera, mejor que hoy y más sanamente que lo hacen hoy porque no hay ni drogas ni tanto divorcio y las mujeres eran muy respetadas. No había tanto terrorismo, aunque había menos dinero vivíamos más felices y más contentos que hoy.
El tema de la recolección de las sementeras y la trilla también era muy bonito aunque a
la vez muy trabajoso cuando ya lo teníamos todo reunido en el ejido hacíamos una palva redonda que resultaba muy bonito, unos ablentando otros trillando.
La trilla tenia sus inconvenientes como el ablento. Terminada la barcina era un trabajo muy duro para las bestias incluso había algunos que trillaban con vacas pero estas lo hacían de noche. El dicho que resultaba muy bonito porque la palba era redonda y los haces atados con unos vencejos del mismo trigo, todo esto hecho a mano que se les llamaba vencejos con un pequeño truco para que no se soltaran los haces. Eran pequeños que se le podían echar 18 o veinte a una bestia en unas jamugas de madera atada con cuerdas. Cuando estaba trillado se hacia un montón largo y estrecho todo lo largo que era la era y de ancho dos o tres metros. Este montón hay que hacerlo en la dirección de donde viene el aire y esperar que venga buen aire para que separe el grano de la paja.
En este trabajo también ayudaban las mujeres a quitar las granzas del montón con una escoba de rama y como estas mujeres iban muy bien arregladas y hacia tanto calor había algunos graciosos que le echaban una bielgada de aquel tamo picoso y estas mujeres lo pasaban muy mal.
Este tema del Ejido era muy bonito pero para verlo desde lejos.
Había un guarda para guardar las palbás . Hacia una choza donde se divisaba todo el ejido y allí estaba las 24 horas del día. A este hombre se le pagaba con grano del que se cojía y cuando estábamos trillando venían los chavales a pasearse y les decíamos que la trilla no cortaba y los mandamos a por una piedra grande y después los paseamos.

Pero estos muchachos pecaban de inocentes y corrían todo el ejido con la piedra a cuestas. Nos divertíamos mucho todos los mayores y los niños cuando se escapaban las bestias corriendo. A esta escapada le llamábamos la loba. Esto lo hacían las bestias cuando las cogían los niños.
El ejido tiene mucha historia que contar, cuando se terminaban las palbas se ponía un hacho en el mismo sitio donde había estado la choza y este hacho era muy respetado por los pastores, esto era una mata en lo alto de un palo y cuando llovía nacía toda la hierba y el grano que se había quedado enterrado en la tierra y allí salia hierba de todas clases. Cuando esta hierba estaba grande el día de la cruz o el día de San Isidro se echaban todos los animales del pueblo en especial burros mulos y vacas.
Esto era como una fiesta para todos los animales del pueblo, todos estos animales iban vestidos de gala como el que va a una fiesta con sus mejores joyas que tiene.
Los animales iban con los mejores cencerros y los tres días primeros estos animales tenían descanso como si fuesen unas vacaciones.
Este ejido tiene un manantial propio de agua que antiguamente era una de las principales fuentes del pueblo. Este agua tenia hierro, allí iban las muchachas a por el agua para beber esta fuente como otras fuentes del pueblo era un punto de encuentro para las parejas que querían verse con frecuencia. También se rompían algunos cantaros como dice el refrán , que el cántaro se rompe de tanto ir a la fuente.
Y para lavar los trapos iban al río por el motivo de que no había agua potable en las casas y como entonces se hacían matanzas en todas las casas iban al río a lavar las tripas.
Las mujeres de aquellos tiempos sabían hacer toda clase de faenas de la casa y del campo eran unas mujeres muy trabajadoras, buenas madres y esposas.
No nos dieron estudios pero si nos han dado una buena educación que eso lo estamos demostrando a lo largo de nuestra vida, por ejemplo esos matrimonios que a pesar de haber pasado tanto. Ellos no se cansan de vivir juntos, al contrario, cada día se quieren más, hasta celebran las bodas de oro, porque su primera boda fue un poquito más pobre, hasta tal punto, que algunos matrimonios iban con una mano atrás y otra mano delante, pero sabían amarse y respetarse mutuamente. Lo contrario de lo que pasa hoy día , que cada segundo de los que pasan juntos les parece una eternidad, porque no se saben respetar, ni aguantar, aunque estén en una balsa de aceite como dice el refrán aunque lo tienen todo ellos no lo saben valorar.
Porque esta vida son dos días y hay que saberla disfrutar y aprovechar, eso si, honradamente, sin molestar a los demás.
Hay tantas cosas que deberíamos de cambiar para mejorar. Muchas cosas de este mundo, para vivir tranquilos y en paz. Por ejemplo, el terrorismo, las drogas y las mujeres maltratadas, no hay derecho de quitar la vida a nadie, no hay motivos que justifiquen ese comportamiento porque todo ser viviente, incluso las hormigas, tienen derecho a vivir. Esos criminales que tantas vidas humanas y tantas familias destrozan por su mala cabeza no debían de nacer y dejar tranquilos a los demás. Estos que se drogan para olvidarse de las cosas buenas y bonitas que tiene este mundo y se meten en un callejón sin salida y allí no hay marcha atrás. Deberíamos de pensar detenidamente antes de caer en la tentación y no caer en esa trampa que de ella es tan difícil escapar y amargar la vida de los demás.
Nos sentimos muy valientes cuando tenemos una copita demás, pero todo lo contrario, es cuando no valemos nada y podemos caer en la trampa en esa trampa de la que antes hemos hablado.
Antiguamente a pesar de que la vida estaba muy mala vivíamos más tranquilos y más a la buena fin que hoy día, en todos los aspectos de la vida. Las comidas más sanas porque no tenían ningún conservante, no se echaba ningún insecticida para curar los árboles, el aceite era puramente virgen, lo mismo pasaba con toda clase de frutas y hortalizas. Igualmente pasaba con el pescado, ese pescado que nos comíamos tan natural y tan sano, a pesar de que lo traían en bestias desde Málaga o Motríl.
A Beas venía un hombre que vendía las golosinas, venia desde Granada andando y con la cesta enganchada del brazo y así volvía con la cesta cargada de suelas y hierros viejos y de comida. A lo mejor un pedazo de pan duro que le habían dado en el pueblo, porque este pueblo a pesar de todo siempre ha sido muy solidario para los pobres,aunque a nosotros no nos sobraba nada, lo compartíamos con los demás. También venia un hombre ya mayor vendiendo quincalla, cargado con una cesta desde Granada. Lo mismo que el anterior.
La vida antes era muy diferente a la de hoy. Hoy tenemos las becas para los niños, las pensiones de los mayores, no nos falta de nada y no sabemos apreciar lo que es bueno. La comodidad para ir al trabajo, ahora el vino no es suficiente, tienen que ser cubatas y gastarse la mitad del jornal que hemos ganado. Estamos muy mal acostumbrados y la vida se nos esta poniendo cuesta arriba. Antiguamente no estábamos tan señoritos como hoy, aquellos hombres que estaban todo el día trabajando y con poca comida cuando llegaban a su casa con ganas de beberse un vaso de vino tenían que juntarse dos amigos para beberse medio litro de vino blanco, porque no tenían dinero para más y para esto la mujer había vendido un huevo porque no tenían otros recursos y para comprar tabaco pasaba lo mismo, algunos cuando se terminaba de recoger la aceituna se iban a rebuscar las que se dejaban en las azas que eran muy pocas. Esto lo hacían para costearse sus vicios porque el jornal no daba para eso. Ganaban de jornal 25 pesetas y los comestibles estaban muy caros. Por ejemplo, el pan de cuatro libras valía 30 pesetas. Así algunas veces el pan no lo veíamos ni por televisión, porque no había ni televisión, vivíamos totalmente en la miseria por mucho que trabajabamos no lográbamos salir adelante. La vida a mejorado de tal manera que los señoritos de antes vivían peor que los trabajadores de hoy día, se podían contar con los dedos de las manos porque yo me acuerdo que en toda la provincia de Granada había muy pocos coches, el primero de Felipe Albas , el segundo de un médico muy famoso, Don Fermín Garrido y los obreros teníamos que ir andando al trabajo por muy lejos que nos cogiera y muchas veces veníamos chorreando del trabajo y sin ropa de repuesto y aunque llegaras muy cansado te tenias que poner a hacer las alpargatas de los niños esos niños que también ayudaban en lo que podían para sacar la casa adelante. Las madres también hacían buen trabajo como madre y buena esposa. Estos padres que sabían educar a sus hijos con todo el cariño y respeto que ellos se merecían y que después lo están demostrando.
Antiguamente todo el mundo no tenia zapatos, creo que nada más que el cura y los maestros de escuela. Afortunadamente hoy todo el mundo tiene que ponerse y más, gracias a Dios los tiempos han cambiado, y afortunadamente tenemos una seguridad social, unos euros en el bolsillo y una casa cómoda donde vivir, aunque las cosas para los jóvenes también se están poniendo feas, pero seamos positivos, emprendedores y las cosas volverán a su ser.
Por fortuna las cosas han cambiado mucho, antes estábamos toda la vida trabajando y cuando llegábamos a ser un poquito mayores, no mucho, porque la gente moría joven, nos teníamos que ir a casa de nuestros hijos y hijas porque no teníamos paga y ellos tampoco. Ahora vivimos como queremos y de lo único que tenemos ganas es de marcha.
El motivo de que los mayores de hoy se conserven tan bien es que han comido unas comidas muy sanas, no han bebido demasiado y si bebían era vino natural.
Antes las parejas que querían casarse no tenían medios económicos y tenían que esperar mucho tiempo. Pero hoy que lo tienen todo de la mano, hablar de casamiento es un problema y grande de resolver por que saben que entre ellos hay muy poca formalidad, ni confianza y a los cuatro días ya están cada uno por su lado y a seguir complicándose la vida y complicándosela a los padres. Esos padres que tanto han sufrido para criarlos a ellos. Yo creo que debían pensárselo mejor porque el matrimonio no es un juego de niños es una cosa muy seria pero hay un refrán que dice que no hay mal que por bien no venga y me refiero al tema de los abogados. Estos abogados que están deseando de que haya un divorcio para sacarles el dinero fácilmente y echar cada vez más leña al fuego como dice el refrán ese fuego que nunca se logra apagar. Ese hombre que lo echan de la casa y se queda sin mujer, sin casa y sin niños y sin cariño de nadie y encima le tiene que pasar la mitad de la paga que gana para que lo disfrute con otro.
Ahora toca hablar del amor que sentimos por nuestro pueblo.
No sé que tiene mi pueblo, que de él no me puedo olvidar. Tiene muchas cosas buenas y bonitas que no tienen los demás. Unas mujeres guapas, trabajadoras y solidarias con todos los demás.
Beas de mi alma, mi tierra querida, lo que son tus mujeres, rosas y clavellinas.
A cantar esta copla, hoy vengo yo y escucha este ruego con atención.
Hermosa sultana de mi Andalucía, cuando Dios te hizo, que alegre estaría.
Tierra encantadora, patria del salero, te tienen envidia, los astros del Cielo.
Ay Beas de mis entraña, población incomparable y aunque creas que es mentira, te quiero más que a nadie.
Y de rodillas te juro que si tuviera dinero, en la escuela de adultos, con plata y oro pondría un letrero, diciendo que nuestro Beas, es el más hermoso del mundo entero.
Si ahora empezamos a hablar de la escuela de adultos mucho mejor, porque hemos tenido la suerte de tener unos profesores y profesoras estupendos, incluyendo a Sonia, la de los ordenadores, que es una mujer muy amable y trabajadora. Y de esta manera vamos aprendiendo muchas cosas buenas que antes no hemos tenido oportunidad de aprender, porque las circunstancias de la vida no lo han permitido, lo cual debemos estar muy agradecidos y no ser tan negativos con el hoy porque el ayer no fue tan bueno en muchísimos aspectos. Ahora el gobierno nos ha dado la oportunidad de que entre nuestras manos pasen herramientas que no sean solo el almocafre o la pala. Y además pasamos buenos ratos y nos distraemos, dejamos de pensar en los problemas y aprendemos, ya que aprender no ocupa lugar. Hablamos de muchas cosas antiguas que nosotros los mayores tenemos en la memoria y que a los profesores les encanta escuchar, de como hemos vivido nuestra juventud, por ejemplo, y de los trabajos del campo. Y se quedan asombrados del cambio tan grande que hay de antes a ahora. Algunas cosas han mejorado como decía antes. Pero otras cosas como la forma de divertirse que tienen los jóvenes no lo vemos muy sano, ni correcto, por el motivo de que se están echando a perder desde muy temprana edad. A mi me gustaría con estas palabras, sembrar en buen terreno y recolectar buena cosecha. También me gustaría de que este libro que hemos escrito con tanto cariño se lea muchas veces para que no se nos olvide este compañerismo tan bueno y de lo bien que lo hemos pasado y al mismo tiempo hacer nuevos compañeros y compañeras. La escuela de adultos está mejorando cada día más aunque todavía hay muchos mayores que les da vergüenza por el que dirá la gente. Pero yo digo que se animen que es una cosa buena, al mismo tiempo que aprendes, haces buenas amistades y no te aburres en casa y se comentan muchas cosas buenas, que todos no sabemos, cosas antiguas y cosas modernas. Estas últimas nos sorprenden más porque a lo moderno no estamos acostumbrados.
Ahora vamos hablar de como nos las apañábamos antiguamente para sacar la casa adelante con tantos niños en la casa, tantos de familia, tan poquito que comer en la casa y poco dinero para comprar cosas. Pero había unos padres que le buscaban solución a todo y de esta manera iban educando a sus hijos y haciéndolos hombres de bien. Por este motivo las mujeres y los hombres de antes no se les taja nada, por ejemplo las mujeres de antes son buenas cocineras y hacen unas comidas que los buenos cocineros de hoy día no saben hacerlas porque lo aprendieron desde muy pequeñas y con pocos recursos. para hacerlo por ejemplo ese guisado de hierbas que hoy es tan famoso y que está tan rico y bueno, les costo muchas fatigas para buscar la hierbas y después saber guisarlas, pero mereció la pena porque nos quitaron muchas hambres. Estas mujeres que tanto sabían de campo y que conocían las hierbas de comer muy bien y como en aquellos tiempos llovía mucho se criaban muy buenas y las traían lavadas del campo porque todas las hierbas que se crían en el campo no son buenas para comérselas. Las más finas y buenas son las collejas, las cricas y las cerrajas. Lo que ahora es un lujo antes era una necesidad, porque era la comida más económica que se podía hacer, por el motivo de que las hierbas eran del campo y el aceite lo teníamos en casa. Era una comida que alimentaba, no era dañina y no las comíamos muy tranquilos, porque en aquellos tiempos no se echaba liquido de ninguna clase.
En aquellos tiempos todo lo que se criaba en el campo era ecológico, no había venenos de ninguna clase. La fritá aunque no estuviera muy vistosa estaba muy buena. Y las aguas no estaban tan contaminadas porque llovía mucho, eran muy corrientes. Otras comidas muy sanas y económicas eran, el trigo pelado con hinojos y las patatas a lo pobre. El trigo se pelaba en una teja de las que se les pone a los tejados. ¡Y esas migas y gachas!, que también estaban muy buenas. Esas habas fritas que tanto alimento tienen y que también están muy buenas guisadas con arroz y fideos. Había y hay muchas comidas económicas y sanas. Lo que pasa que ya queda poca gente mayor que las haga. Lo mismo pasa con la costura aquellas mujeres que tantos remiendos han pegado porque había poca ropa para cambiarse. Y esas muchachas que después de estar todo el día en el campo ayudándole al padre en las faenas del campo particularmente en el verano se ponían a la sombra y bordaban el ajuar para casarse, esto duraba cuatro o cinco años por lo menos. Llevaban muchísima ropa y muy bien bordada.


Hablemos ahora un poco de aquellos tiempos que vivimos, de aquella primera y última guerra que nosotros hemos visto. Aunque estábamos muy pequeños todavía, nos acordamos de muchas cosas y aquello fue un desastre porque nos teníamos que ir a buscar refugio todas las noches al campo por el motivo de que bajaban casi todas las noches al pueblo los que les decíamos los rojos y saque aban las casas nos íbamos a las pocas cuevas que había en el campo por el temor de que nos podían hacer algo. El campo quedo destrozado de árboles cortados que tardaron mucho tiempo en recuperarse y todo estaba perdido y no producía nada para comer. Después vinieron las hambres y los intereses políticos de la guerra y mataron muchos inocentes sin tener culpa de nada. El Régimen dejó muchas muertes, había enfrentamientos por discrepancias políticas y nosotros y nosotras pensamos que una muerte no está justificada con nada.
En España tenemos tantas cosas buenas, por ejemplo nuestra Andalucía templada con su famosos y ricos invernaderos tiene sol, nieve y ese arte torero y rociero y es que Andalucía es muy bonita por donde quiera que la miremos, tiene mucha fresa, naranjos y viñedos tiene mucho y buen aceite y reserva en sus graneros.
Y bueno nosotros seguimos contentos con nuestra escuela de adultos, por ejemplo, yo a la edad de 18 años no sabia ni poner mi nombre y habló mi padre con una maestra que había en este pueblo para que fuera después de venir del campo de trabajar y algunas veces venia muy tarde lo mismo les pasaba a otros compañeros mios. Pero esta maestra era muy trabajadora y nos puso un poco al corriente. Yo le pagaba haciendo un trabajo con yunta de vacas y así me pagaba la escuela. Pero después lo dejemos porque había que trabajar para ganarse el pan de los niños. Esos niños que después han tenido más suerte que nosotros por dos motivos, el primero porque han trabajado menos que sus padres y segundo porque saben más que los padres. Pero estamos muy orgullosos de que esto sea así, es buena señal de que la vida ha mejorado para todos gracias a Dios.
Yo hoy me siento orgulloso de saber lo que sé y de decir que sé escribir y hacer cosas en el ordenador, hemos tenido la suerte de tener estos profesores tan buenos por ejemplo como, Sonia. Yo me siento muy orgulloso de tener estos maestros y estos compañeros tan estupendos que los días se me hacen segundos. Por eso yo os digo que se animen todos aquellos que le temen al ordenador que es una cosa muy divertida y al mismo tiempo muy practica porque nos saca de muchas dudas y nos aclara muchas cosas que nosotros no sabemos y el ordenador es muy inteligente y sabio y nos aclara todo aquello que nosotros no sabemos. Que hay que tener paciencia porque a los mayores ya nos cuesta más trabajo aprender que a la gente joven. Pero que no tengáis miedo al ordenador que es una cosa muy útil y divertida. Por el motivo de que si queremos enterarnos de cosas que antes no hemos sabido y hasta nos podemos buscar un ligue o chatear un poco. Este trasto tiene gusto para todos como dice el refrán. Por eso hay que aprovechar la ocasión ya que antes no hemos tenido la oportunidad. Ahora estamos a tiempo de manejar estas máquinas modernas con la ayuda de Sonia que es buena profesora y tiene toda esa paciencia que hay que tener para aguantar a los mayores.
Hablemos de como se divertía antes la juventud y como era su vida cotidiana, yo creo que muy sencilla y muy sana. Cuando llegaba la hora de echarse novio costaba mucho trabajo de conquistarlas porque si el padre y la madre no veían bien ese noviazgo no le daban la entrada para poder hablar con la novia y esto demostraba que no querían al novio y de hay venían los problemas. Estas muchachas se divertían de la siguiente manera, se hacían unos bailes en casa de los vecinos cada noche en una casa y de esta manera nos divertíamos a lo grande con acordeón o con guitarra y bandurria. A Estos músicos les pagábamos con una buena comida y con una buena bebida. Las muchachas se divertían haciendo ruedas y cantado coplas antiguas, unas coplas muy bonitas que todavía las conservan y las cantan y otra forma de divertirse era jugando a la rayuela o la comba que se trataba de saltar con una soga, había muchas formas de pasar el tiempo y sin gastarse un duro. Como en aquellos tiempos no había agua potable en las casas estas muchachas tenían que ir a por el agua al río o a las acequias que por cierto venia mucha agua y era la única manera de verlas y de hablar con ellas, porque se vendían muy caras, como dice esa copla que cantaban las mujeres, valgamedíos una solita por un millón aunque no nos divertíamos mucho por que tanto ellas como los hombres estábamos demasiado atareados con el tema del trabajo, las mujeres estaban todo el día en el campo en la aceituna. Pero estas mujeres sacaban tiempo para todo y que sabían de todo y el trabajo no les venia de grande porque estaban acostumbradas a hacer toda clase de trabajo ya fuera del campo como de la casa y no es que fueran esclavas todo lo contrario lo hacían por necesidad para sacar la casa y sus hijos adelante igual que las mujeres lo hacían, los hombres también y cada vez la familia estaban más unidas. Estas mujeres que se iban al río a lavar la ropa y estaba todo el día hasta que se traían la ropa seca porque la tendían en el campo en las orillas del río y después la tenían que repasar de costura y plancha que tenia que estar lista para el día siguiente porque no había otra de repuesto. Algunos días se iban al campo a buscar hierbas para comer o para los cerdos. Estas hierbas eran de diferentes clases las de comer eran especiales como por ejemplo las cricas, las cerrajas y las collejas, algunas vinagreras los abre puños, los caldillos. Estas eran para el guisado de hierbas y los hinojos para el trigo pelado que también estaban muy buenos. Estas comidas nos sacaron de muchos apuros en los años de la hambre y que estaban muy buenas. Las que hoy se han convertido en un articulo de lujo para la gastronomía Española. Como son las setas, los espárragos trigueros que también están muy buenos con huevos. Y es que el campo no tiene desperdicio ninguno todo lo que tiene es bueno. Menos el trabajo que no lo quieren ni los perros. Pero del campo vivimos todo ser viviente que hay encima de la tierra y del mar. Tantas maravillas de las que estaría toda la vida hablando y no llegaríamos a su fin de las que no son cultivadas por la mano del hombre y que Dios nos dejo de regalo para que disfrutáramos.
Y esos montes a los que no le damos la importancia que debíamos darle que de ellos depende la mayoría de los manantiales que nacen esas aguas tan frescas y cristalinas de las que disfrutamos y la caza de todas clase flores. Los montes o cerros como les queramos llamar están muy bonitos a mediados de junio que toda clase de flores están en su esplendor, es una maravilla ver los cerros en ese tiempo. Pero que tristes se quedan cuando los quemamos no sabemos el daño que hacemos. Deberíamos ser conscientes del daño que estamos haciendo y que tarda mucho en recuperarse y el poco provecho que le sacamos a eso de pegar fuego no nos damos cuenta de que estamos de alguna manera quemando y dejando sin vida a millones y millones de seres vivos como son toda clase de animales y toda clase de plantas. Las que nos seguirá haciendo falta para vivir los seres humanos. Lo mismo diría yo con esos monumentos tan bonitos que tenemos y en vez de cuidarlos lo que hacemos es pintar sus fachadas y quitarle todo su mérito y valor.
La verdad que deberíamos de concienciarnos y no ensuciar la ciudad ni el pueblo, Granada bonita por nuestro bien y para que los extranjeros que nos visitan se lleven buena impresión se nosotros y nosotras.
Los que hemos visto a nuestra Granada hace 70 años atrás y la estamos viendo hoy día, vemos lo que ha mejorado esa Sierra nevada que antes era un desierto y hoy es un tesoro y un río de oro que esta al servicio de todos para que lo disfrute todo el que quiera venir a visitarnos y ya vera las maravillas que tenemos en Granada, desde el mirador de San Nicolás ya podemos contemplar la belleza y la grandeza que tiene Graná, al fondo Sierra Nevá, al frente la Alhambra y el Albaicín y el Sacromonte cañil. Esas cuevas que tienen un arte y un salero que no lo hay en el mundo entero y si te das una vuelta por Graná allí puedes disfrutar de tantas cosas bonitas que no las olvidarás jamás. Tenemos la Cartuja que es hermosa y resplandeciente, como el lucero de la mañana que viene de Oriente. La Virgen de las Angustias, la que vive en la carrera, es tan hermosa y humilde que todo el mundo la venera. Y no dejemos de visitar a la Alhambra mora y cristiana que es lo mejor que tiene granada.
Cuando venimos de Granada y nos asomamos al collaillo en lo alto de la cará y en frente tenemos a sierra nevada y se nos escapa un profundo suspiro diciendo ya estoy en mi Beas querido que es lo mejor que tiene granada. Está en un bonito valle rodeado de montañas, tiene muy buenas aguas y unas mujeres guapas, solidarias, trabajadoras, luchadoras y emprendedoras. Aunque sean mayorcitas todavía les queda carrete y marcha para rato como que no hay quien las siga y las aguante. Ellas sacan arte y salero donde no lo haya porque lo llevan en la sangre para todo lo que hacen y saben hacer feliz al que tienen a su alrededor, no le falta de nada.
Ya hemos hablado de muchas cosas y sin más nos despedimos hasta la próxima amigos y amigas de Beas.



Alumnos de este año de la escuela de adultos y adultas

Ángel Moreno Martín, maestro de la escuela de adultos del curso 2008-2009
Dolores Fernández Medina
Carmen Fernández Praena
Aurora Garcia Mesa
Josefa Garcia Única
Concepción Gómez Arrollo
Concepción Ocaña Única
Asunción Perez Rodríguez
Elena Rodríguez Fernández
María Rodríguez Ruíz
Trinidad Ruíz Casares
Mercedes Ruíz García
Socorro Única Gómez
Josefa Única Ruíz
Maria Cano Carrera
Ascensión Carrera Garrido
Gloria Carrera Garrido
Maria García Lopez
Mercedes Garrido Avivar
Ángeles Garrido Garrido
Matilde Garrido La Chica
Manuel González Mesa
Giussepe Cumer
Rogelia López Bailón
Concha López Barranco
Encarnación López Barranco
José Madero Madero
Bernarda Mesa Barranco
Resurrección Ruíz Medina
Natividad Santiago Ocaña
Antonia Sillero Gómez
Mercedes Arroyo Ocaña
Magdalena Borrego Méndez
María Fernández González
Juan Salas Mesa

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