martes, 11 de octubre de 2011

LA LLEGADA DEL OTOÑO

Junto con la llegada del otoño. aparecen las heladas los días más cortos y las noches más perezosas. nos replegamos de la terraza al salón y se caen las hojas de nuestras plantas y árboles Estos síntomas post veraniegos ¨afectan especialmente al jardín. ya que el frío fomenta ciertas enfermedades y la ausencia de luz provoca estragos en sus sensibles fibras fotosintéticas.
Al igual que unos animales hibernan más que otros. existen especies que perciben con mayor contraste la escasez de calor y energía del sol. Los frutales por sus componentes energéticos. precisan de una gran absorción de luz y calor. Estos árboles. cuya floración está condicionada por el clima de los lugares donde habitan. se ven frecuentemente afectados por enfermedades derivadas del otoño algo que se puede solucionar a través de un tratamiento que detallamos.

El crecimiento de los frutales está determinado por la evolución de las temperaturas. lo que establece en su fase de desarrollo dos periodos de tiempo: la que podríamos llamar fase vegetativa desde el inicio de la primavera hasta la llegada del otoño. Es el momento en que las plantas renacen. vuelven a brotar las hojas y se llenan de color con los frutos. Termina con la vuelta a los colores terráqueos y con la desnudez en sus ramas.
Comienza entonces la segunda etapa es la fase de reposo. Desde finales del verano hasta una nueva primavera. los árboles no muestran función aparente porque permanecen dormidos. La actividad vegetal se mantiene inoperante y las yemas bi en cerradas. esperando los momentos cálidos en los que el árbol volverá a la vida activa.
En este contraste continuo entre frío y calor. existe un balance interno que lleva a cabo la propia planta: es ella quien regula su crecimiento y establece lo que más le conviene y lo que no. Sin embargo a pesar de esta autonomía. siempre ejercerán influencia sobre ella algunos factores externos especialmente los climáticos. que dan instrucciones sobre cómo y cuándo debe crecer el vegetal.
Cuando el árbol nota calor activa su crecimiento vegetativo : sin embargo. cuando cuando llega el frío y se encuentra en el momento de reposo tiene lugar la caída de las hojas. En el otoño el frutal es más susceptible ante las enfermedades. pues se abre una herida justo en el punto en el que se ha desprendido la hoja de la rama. Ésta se convierte en una entrada perfecta para infecciones imperceptibles que pueden dañar a las ramas.

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