Había  una vez  un grajo y una zorra  que vivían  juntos. 
El grajo lo tenia  mas  fácil para buscar comida,  la zorra por su avanzada  edad  y por no poder volar  como  el grajo  lo tenia  mas difícil  para buscar comida  y por este motivo  la zorra  estaba  muerta de hambre  y el grajo estaba robusto y lustroso.  Aunque  algunas veces  el grajo le traía  comida  a la zorra, pero  de  lo que  le sobraba  a  el de comer.  Un buen día hicieron de comer juntos  unas gachas picantes.  Las hicieron  en una   arcuza  y como  el grajo  tenia el pico  muy largo  lo metía  hasta  el fondo  de la arcuza.  Y esta  viendo que le quedaban  pocas  gachas a la arcuza  le dio  una trompada  a la arcuza y le tiro  las pocas gachas que le  quedaban al suelo  para  ella poderse  comer algunas. 
Cuando el grajo  vio lo que esta hizo  se lo pensó  mejor  y le dijo  que en el cielo  hacían  unas  bodas  muy buenas  para todo  el que quisiera  ir ,  que por este motivo  el estaba  tan lustroso. 
Dijo la zorra, “tú en gran des  banquetes y yo muerta de hambre”. Si tu compadre  grajo quisieras  traerme  algo de comer del cielo. Le contesto  el grajo “ si tu quieres  hacemos un viaje  al cielo”. ¿Y eso como  va a ser?. 
Tú  comadre zorra te agarras  de mis alas  bien  y de momento estamos  en el cielo. 
Cuando  llevaban  un buen  rato  volando  dijo  el grajo comadre  zorra  agarrese  bien  que me voy  a sacudir  mis cansadas  alas  y así lo hizo.  Pero al cavo  de un buen rato dijo la zorra, “ yo   ya  estoy cansada y me  tiemblan  las patas”  y el grajo  dio una fuerte sacudida  y  la zorra se escapo de las  del grajo.   Diciendo  por el aire “ si de esta escapo y no muero  yo  no iré  a mas bodas  al cielo”. 
Con tan mala suerte  que fue a caer  en una red  de un rebaño  de ovejas  y se clavo  una de sus estacas  por el culo. 
Cuando  por la mañana  el zagal  de las ovejas  fue  a echarlas  vio que allí  pasaba  algo  extraño  y el muchacho  corrió  en busca  del padre. 
Diciendo  “papá  en la red  hay  un tío  con las orejas  de punta”,  y corriendo  fueron  los dos  a donde  estaban las ovejas  y  vieron  lo que había  pasado. 
 Y  Dijo  el padre  “esta zorra   ya no se come mas borregos  y le ha salido  caro”  y ellos se fueron a su casa  felices  y contentos.
 
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