El segador  con su arte y la  chicharra con su cante. Esta  de tanto  cantar  reventaba  en cambio  el segador  segando  no se agotaba  hasta que  su siega  terminaba. 
Antiguamente  la vida del  campo era  muy  dura.  En especial  en verano  con ese  sol  agobiante  y la  hoz en la mano,  el cante de la chicharra  que  a este  tanto  le molestaba.  El  tenia  bastante  con esa  siega  pasada  y al  mismo tiempo  soportando  la chicharra.  Segando de  sol  a  sol y  el botijo  sin agua. 
El  segador  es como  la hormiguita, que  en verano  llena el granero  para  en invierno estar  tranquila.  Aunque  siga  todo el año   buscándose  la vida. Pero  que largo se  hacia  el verano.
En  casa  trabajaba  todo el mundo  para  poder  alimentarnos,  cada uno  hacia lo que  podía. 
Los más  pequeños  con el ganado. Y  como todo no  consiste  en nuestro  pan  de cada  día había   que prepararse  el  vestido  y el calzado. El  marido se iba  al tomillo, la alhucema y la sabia.  Y esos niños buenos y educados  de una manera  sana, ellos sabían  soportarlo  ayudando  a los  padres  en el campo  o  con  el ganado. 
Pero  que  duro  y difícil  era  ser  padres.  Ver  a tus hijos  con faltas  y no  poder  socorrerlos y al mismo  tiempo  estaban los abuelos, que  como no tenían  paga  también  estaban  con ellos. 
Estos  los ponían  por  meses. Que  pobrecitos  abuelos  Aunque  tuvieran  60  años   ya  estaban  muy viejos.  Eran  muy  respetados por hijos  y nietos. 
En  esta  vida  moderna  aunque  nos  sobre de todo  y  la vida nos sonría  nadie  estamos  contentos. 
Pero  todavía  de  enmendarse  y  llegaremos  a tiempo de coger  ese  largo  camino que  nos  lleve buen puerto de trabajar  honradamente  cada uno en lo nuestro
Pero   hay muchos listillos  que viven del cuento. Aunque no  hay  nadie tonto  eso ya lo sabemos. 
Pero  vive  honradamente  y no te  arrepentirás  de llevar tu cara  al descubierto  por donde quiera  que vas  y  de esta  manera  vivirás  feliz y contento  de  hacer  buenas  obras  y darás buen  ejemplo  que esta  vida  son  dos días  y aquí  no se  queda  nadie
 
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