jueves, 1 de diciembre de 2011

EL SEGADOR Y LA CHICHARRA

El segador con su arte y la chicharra con su cante. Esta de tanto cantar reventaba en cambio el segador segando no se agotaba hasta que su siega terminaba.
Antiguamente la vida del campo era muy dura. En especial en verano con ese sol agobiante y la hoz en la mano, el cante de la chicharra que a este tanto le molestaba. El tenia bastante con esa siega pasada y al mismo tiempo soportando la chicharra. Segando de sol a sol y el botijo sin agua.
El segador es como la hormiguita, que en verano llena el granero para en invierno estar tranquila. Aunque siga todo el año buscándose la vida. Pero que largo se hacia el verano.
En casa trabajaba todo el mundo para poder alimentarnos, cada uno hacia lo que podía.
Los más pequeños con el ganado. Y como todo no consiste en nuestro pan de cada día había que prepararse el vestido y el calzado. El marido se iba al tomillo, la alhucema y la sabia. Y esos niños buenos y educados de una manera sana, ellos sabían soportarlo ayudando a los padres en el campo o con el ganado.
Pero que duro y difícil era ser padres. Ver a tus hijos con faltas y no poder socorrerlos y al mismo tiempo estaban los abuelos, que como no tenían paga también estaban con ellos.
Estos los ponían por meses. Que pobrecitos abuelos Aunque tuvieran 60 años ya estaban muy viejos. Eran muy respetados por hijos y nietos.
En esta vida moderna aunque nos sobre de todo y la vida nos sonría nadie estamos contentos.
Pero todavía de enmendarse y llegaremos a tiempo de coger ese largo camino que nos lleve buen puerto de trabajar honradamente cada uno en lo nuestro

Pero hay muchos listillos que viven del cuento. Aunque no hay nadie tonto eso ya lo sabemos.
Pero vive honradamente y no te arrepentirás de llevar tu cara al descubierto por donde quiera que vas y de esta manera vivirás feliz y contento de hacer buenas obras y darás buen ejemplo que esta vida son dos días y aquí no se queda nadie

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