Estos  cuentos  los  que hoy  vamos  a recordar son los que  aprendimos a la luz del candil con los mayores en sus ratos  libres  que  eran pocos   porque  tenían  muchas faenas  que  hacer. Y por este motivo  vamos  a intentar  de recordar  algunos  de aquellos  bonitos cuentos  que  nos quedaron en la  memoria. 
1 Por ejemplo  el de Juanillo de la burra: 
Dice  así.  Este era un niño  que se quedo  huérfano  de madre  al mes de nacer  y como en aquellos tiempos  los niños  se criaban tan solo  con  el pecho de la madre, el padre ya no sabia  que hacer para criar al niño.  Entonces  sus vecinos  le dijeron  que la leche de burra  era muy buena  y este  hombre  que tenia  una burra recién parida dijo vamos a probar.  Y el  niño que estaba  hambriento agarro  muy bien  los pezones  de la burra  que  por cierto tenia una buena  ubre que le sobraba leche  para criar  al niño  y al pollinillo y de esta manera el  hombre  crió  al niño sano y fuerte.  Tan fuerte  que cuando tuvo  la edad  de 15 años le dijo  al padre  que el quería  correr  mundo y probar  suerte.  Y el padre como todos los padres  que no quieren  perder  a sus hijos  de vista le daba miedo que se fuese.
Había  en aquel  pueblo  un herrero muy bruto  y le mando hacer  una porra  que pesara  cien  quintales y este  le dijo  que  para  que  quería  ese  trasto tan pesado  y el niño responde, para  quitar las piedras del camino tu  fíjate  en mi cuerpo  a  ver  si estoy hecho  de cartón.  Cogió  la porra en la mano y  el muchacho emprendió  su viaje y  todo  el mundo que lo veía  decía, pero  que hombre más  fuerte  lo que lleva  en sus manos y parece que lleva  un juguete y de esta manera   iba abriendo camino  por donde  quiera que  pasaba. 
Hasta  que  una noche le oscureció  en una montaña y vio que había  encendida una lumbre  y se puso muy contento. Dijo  aquí  hay  gente,  cuando llego   vio que había  dos muchachos   mas o  menos  de la misma  edad  que  él.  Y le  dijo que si querían  que  si les hacía  compañía.  Ellos  muy contentos  lo admitieron. 
Diciendo  este también  es de los nuestros y dijo uno de ellos  voy  a por un brazado de leña  para la lumbre  y asomo  con cuatro encinas   que el había  arrancado. 
Dijo  aquí  traigo  cuatro matojos  y tenían  aproximadamente  quinientos  kilos  cada una de ellas. 
Cuando  ya  habían  terminado de cenar  unos  conejos asados  que habían  cazado en el  monte,
dijeron, todavía  es pronto  para dormir porque  no  nos echamos  una  partida  y el que gane sera  el mejor. Todos  lo vieron muy bien.  Dijo  el tercer compañero  yo tengo  dos charpas  muy manejeras  
porque  no  nos jugamos  cara o cruz,  los tres lo vieron  bien. Las  charpas  eran  dos ruedas de molino. A ellos  no les importaba  su tamaño  porque los tres  eran muy fuertes  y dijeron  a la de tres va la vencida.   Trato hecho.  Pero  las tres  jugadas  las gano  Juanillo de la burra. 
Los  otros  compañeros  se quedaron  muy tristes. 
A juanillo  le dio  ganas  de hacer sus  necesidades. 
Se retiro  de ellos  y vio  que  había  un agujero  muy   hondo   y estos  se partirán  de risa  pero  no le hicieron  caso   es curioso  echamos  piedras y no se oyen  caer. 
 Les dice  Juanillo  si queréis  en toda la noche  hacemos una  soga que llegue  hasta el fondo y  nos enteramos  de donde  viene  ese ruido  y dijeron  cobarde  el que no se ate  a esa cuerda. 
Dijo  Juanillo. Yo  seré  el primero  que me tire 
Juanillo  llevaba  una  campana  que le había hecho su amigo el  herrero. 
Les  dijo  cuando yo toque mi campana  tiráis de la soga  a toda  prisa  y estos  lo hicieron  al revés  la dejaron  caer al  fondo  del agujero  para  que este  no volviera  a salir  mas del agujero. 
Con tan mala suerte  que fue a caer  donde  no había  nada mas que diablos  todos armados  de espadas  de oro  y Juanillo  le quito  la espada  a uno de ellos  y con su misma espada le corto una oreja  al Rey  de ellos  y les dijo  que si no lo sacaban  de aquel  infierno  no le daría  su oreja  y los  mataría  a todos, dijo el  Rey  para que veas  que tenemos poder para todo  toma  la oreja  y llevatela  como  premio  de tu valentía  y cuando estés  solo  la morderás  fuertemente  con tus dientes y le pedirás   un deseo  de los tuyos  y al momento  lo tendrás  concedido  y cuando Juanillo  se vio  a salvo  y empezó  a caminar  feliz  y contento  atravesando montañas  cuando vio  que se le hacía  de noche, dijo  no se ni donde estoy  he  perdido  el camino, lo mejor  es que prepare  mi   cama  y así  lo hizo  se preparo  una cama  de lastones  y cuando  despertó por la  mañana estaba casi   muerto  de frío.  Vio  que había   un cortijo muy  lejos  y dijo  allí   voy  a pedir  algo que comer  estoy  muerto de hambre. 
Y cuando llego  vio  que no era  un cortijo era  el palacio del Rey. Cuando  vio la corte que era  un vagabundo  llamaron  al Rey,  ¿qué  hacemos  con este?, y dijo el Rey  darle de comer  y de beber  y una buena cama  y así  lo hicieron.  Cuando  se levanto, dijo  que se quedara unos  días mas  en la casa. 
Pero una  noche  había unos  torneos de caballos y le dijeron  que se fuera  con ellos,  el dijo  que el  estaba muy cansado  y se iba  a acostar.   Cuando  se fueron  todos  Juanillo  se fue  a ver  el torneo.
Por  cierto  muy mal  trajeado porque  no tenia otra ropa  que ponerse  y desde  muy lejos  estaba  viendo el espectáculo, un poco triste. Y  Dijo  yo soy  un desgraciado. 
Pero  se le vino  al  pensamiento  lo que le había  dicho el diablo de la oreja  y dijo  yo voy  a probar  si es verdad  y le dio un mordisco  diciendo a mi me gustaría  tener un caballo  como esos  con la montura  y las herraduras de oro  y al momento  apareció   ese  caballo  y su  jinete  muy bien  trajeado.    Dice  el  Rey.  Este  caballo  es el  mejor  de  todos los caballos.   Mandemos  traerlo  ante  nuestra  presencia.  Pero  cuando Juanillo  vio  que  la situación  se agravaba  hizo  desaparecer  la imagen  de la presencia  del rey.  Y cuando llegaron  al  palacio  le dijeron  a  Juanillo,   te as  perdido lo mejor  de tu vida.  A  la noche  siguiente  le hicieron  ir al torneo  y dijo  Juanillo  me ha  dado  ganas de  hacer las  mis necesidades  y cuando se  aparto de  ellos  le dio un  mordisco  a la oreja  y lo mismo que la noche siguiente. 
Pero  de esta  no se pudo  escapar Juanillo, dice  yo  soy  tan pobre que  no tengo ni donde  quedarme  muerto. 
Le dice  la hija  al padre yo  le quiero  de todas  maneras  y se fueron  a vivir  juntos. ¿Y ahora  que hacemos  sin tener a donde  meternos?.  Tu  tranquila  que por la mañana  tendremos  un palacio  frente  al de tu padre  mejor que el de él.  Eso  no puede ser, ya  lo he  mandado  a  hacer.  Tardaron  en hacer el de mi padre  40  años.  Pero   mis albañiles  son  más  rápidos  y así fue. 
Cuando  se levanto  el  Rey  se quedo  sorprendido  de lo  que estaba   viendo.  Y le  dice  a la Reina  Mira  lo que han  hecho  en tan solo esta noche  ¿qué  gentuza  habrá  hecho  eso?  y vieron  a su hija  asomada  al balcón.  Y Con todo este  royo  ellos fueron felices  y comieron  perdices.
 
Yo me sé este cuento de otra manera; más divertido, me lo cuenta mis abuelos cuando nos reunimos en su casa. Son muy bonitos los cuentos de mis abuelos.
ResponderEliminarMuy bonito cuento,.. Gracias por tenernos despiertos.
ResponderEliminarMuchas gracias.